Es una ruta lineal que va de Navacerrada (1.858 m) al puerto de la Morcuera, o viceversa. Nosotros dejamos un coche en la Morcuera y quedamos en Navacarrada. La llaman a esta ruta la rompepiernas, y no es para menos, porque hay que subir y bajar 8 picos... casi ná. Normalmente tarda en hacerse unas 7 o 7,5 horas. Nosotros tardamos 8.
Según subíamos a Navacerrada se nos echó la niebla encima, pero llegando al puerto vimos cómo las nubes se quedaban abajo y por encima de ellas se nos quedó un día claro y buenísimo durante toda la ruta. Corrimos a hacer fotos al mar de nubes, pues yo solo lo había visto en la Caldera de Taburiente, en La Palma, pero no era necesario darnos tanta prisa por fotografiar, pues fue el paisaje que tuvimos todo el día.
Conseguir llegar a un pico es, por un lado un subidón, y por el otro, ver todo lo que te queda. Y vas contando picos y a la vez cuentas los que te quedan, pero merece la pena. Desde el Cerro de Valdemartín se ven las Cabezas de Hierro, delante la menor y detrás la mayor (2.383 m.). Con el mar de nubes debajo el paisaje es precioso.
El siguiente pico es la Loma del Pandasco, y se va viendo la línea de cumbres que nos esperan. La subida no es difícil, pero estaban las rocas cubiertas de hielo, así que tuvimos que hacerlo con mucho cuidado y hubo algún que otro culetazo.La bajada, aunque también hubo algún golpe, fue algo más divertida y hubo quien se atrevió a hacerla en tobogán.Después de esto ya nos merecíamos un descansito para almorzar. Algunas directamente comimos, y la parada para la comida fue para nosotras la de la merienda.
El siguiente pico, el de Asomate de Hoyos, no lo subimos, lo hicimos por el lateral, pero la verdad es que nos hubiera costado menos subirlo, porque pasarlo por la ladera no fue nada fácil. Por menos no había hielo, porque no nos habíamos puesto los crampones y habría sido mucho más complicado. Ladera con bastante inclinación y yo con la pierna a punto de darme un tirón, pero todos y todas conseguimos llegar a salvo.
Subida de nuevo a la Loma de Los Bailanderos, desde donde tenemos estas vistas:
Las fuerzas ya flaquean y paramos a comer, aunque aún nos quedan un par de horas de caminata. No podemos entretenernos mucho porque se hace de noche enseguida y a la bajada nos esperará la niebla que hemos ido viendo por debajo todo el camino.
La última subida, la del Pico de la Najarra, no tiene mucho desnivel, pero hay que casi escalar. Mucha piedra, aunque todo muy señalizado y sin pérdida.
Conseguimos por fin subir, lo que nos lleva unos 45 minutos, y a partir de aquí comienza la bajada al puerto de la Morcuera.
Como anécdota final, al llegar al puerto de la Morcuera, 6 de nosotros (ellos) se cogieron el coche y se fueron a Navacerrada a por los otros coches, para luego venir a recogernos. Con el frío metido en el cuerpo nos quedamos los otros 7 en el parking. Como el señor de autobús quiso ni bajarnos al pueblo ni dejarnos entrar un rato en el autobús y ponernos una peli, nos tuvimos que preparar una fogatilla que se curraron Marcos y Rubén. Gracias, chicos!
Es una ruta para hacer en primavera u otoño, pero antes de que cambien la hora, porque se corre el riesgo de ir preocupados por la hora para que no se haga de noche. Aún así, mereció la pena y tuvimos mucha suerte con el tiempo.
Hasta la próxima ruta!