domingo, 29 de noviembre de 2009

SIERRA DE GREDOS

Este fin de semana hemos estado en la Sierra de Gredos. Esta vez hemos hecho un rutilla no muy dura. Ha sido especialmente bonita porque hemos vivido en ella el cambio de estación. El sábado durante todo el día fue otoño. El domingo durante todo el día fue invierno.
Andrés, el primo Jesús, el primo Santi, David (el brujo), Jesús, Marcos y yo.
En la parte inicial de la ruta, la que comienza en Navalperal de Tormes, el río y los robles con parte de hojas en sus copas y la mayoría ya en el suelo y, a medida que subíamos, íbamos perdiendo el paisaje de árboles para ver el paisaje de montaña con piornos y piornos. Un día espléndido, a pesar del miedo a las lluvias.
La ruta que hemos hecho es la de El Cervunal, no es muy dura. La subida inicial es algo empinada, pero en seguida se llega a lo alto. Comenzamos en 1200 metros y llegamos a los 1800 en el refugio. Desde mitad de la ruta podemos ver el desagüe de la Laguna Grande, ruta que hicimos en marzo y que ya comentaré en otra entrada, con una vista preciosa sin nieve.
Desde allí, ya prácticamente todo es llanear hasta el refugio. Este refugio, llamado el Cervunal es chiquitito, pero bien preparado. A la llegada, y tras comer algo, Andrés y yo decidimos quedarnos en el refugio, yo pensé que descansando, pero estuvimos de acá para allá, dando paseos a una lagunilla chica que hay al lado y persiguiendo a las cabras montesas para sacar la mejor foto. Después, poniendo a punto el nuevo GPS de Andrés, creo que nos hicimos más kilómetros que en la propia marcha. Recogimos leña por los alrededores, le dimos caña a la lumbre, y a esperar a los otros cinco, que continuaron la ruta hasta Cabeza Nevada, el pico más alto de por allí.
Desde el refugio hay dos horas de subida y algo menos de bajada, pero es una subida bastante pronunciada. Las vistas desde allí son preciosas. Al ser invierno, y los días ser cortos, no pudieron llegar arriba del todo porque corrían el riesgo de que se hiciera de noche, y ya estaba empezando a hacer bastante frío (ya he dicho que cambiamos de estación), así que decidieron bajar prontito al hogar, donde les esperábamos lo dos rajados. Pancetita en la lumbre (por suerte en estos refugios normalmente hay gente que deja parrillas, mecheros, aceite, sal...) y charlita con vino y demás y a acostar. Siete personas en un sitio reducido puede provocar de todo. En esta ocasión, ataque de risa comunal. Ideal para coger pronto el sueño. La noche es larga, pues no se duerme especialmente bien en estos sitios, pero lo suficiente para descansar. Ya durante la cena empezó a caer agua nieve, pero ninguno no esperábamos lo que vimos por la mañana: el invierno. Un manto blanco cubría todo lo que el día anterior era verde y amarillo.
Precioso, la verdad, pero como no sabíamos cómo iba a continuar, desayuno rápido y bajada rápida. Las rutas con nieve son casi las más bonitas si el tiempo te deja disfrutarlas. Es este caso fue así, salvo al final del todo, que empezó a llover en serio. Lo mejor del final, el caldito que nos tomamos en Hoyos de Espino.
Ruta muy recomendable. 8 km hasta el refugio y otros 3 hasta Cabeza Nevada, que son opcionales. Regreso muy cómodo y vistas muy bonitas.
Como siempre, lo mejor, disfrutar de las conversaciones con los compañeros de ruta. Un placer que Andrés nos siga acompañando, aunque debería decir "poder seguir acompañando a Andrés". Las rutas sin él no son lo mismo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

GRANADA


Una vez más, el destino me llevó a Granada, mi Granada. El destino se llama Marcos. Cada año, nuestro regalo de cumpleaños es un viaje a algún lugar. Es este caso, hizo una apuesta segura y me llevó al lugar donde, sin saber muy bien por qué, me siento siempre como en mi casa. Yo siempre digo que en otra vida fui árabe viviendo en Granada, y cuando paseo por sus calles o por la Ciudad de La Alhambra, simplemente estoy recordando.

Creo que por muchas veces que vaya, siempre descubriré rincones nuevos.

En esta ocasión, estábamos alojados en el bajo Albaicín, un lugar perfecto, pues desde allí se puede pasear por todo este barrio árabe, estando además cerca de la famosa calle de las teterías y Plaza Nueva, centro neurálgico de toda presona que visite Granada. Lo primero que hay que hacer al llegar a Granada, o al menos es lo que yo necesito, es pasear por este barrio y subir hasta el Mirador de San Nicolás (si es de noche mejor), desde donde hay unas vistas preciosas de la Alhambra. No me cansaré de contar que la primera vez que vi La Alhambra, subiendo hacia el mirador, lloré de la emoción.
La mañana del viernes Marcos me tenía preparada una visita guiada a La Alhambra, que no es un palacio, sino una ciudad... con sus palacios, claro. Como siempre, me encantó, pero esta vez fue especial. Si alguna vez vais, os recomiendo la visita guiada, de esta manera podréis apreciar mucho mejor este monumento. También se puede hacer la visita por la noche hasta el mes de noviembre, creo.
La visita al Hamman (baño árabe) también es casi obligada. Hay muchos por toda Granada y después de todo el día pateando la ciudad, os lo recomiendo como merecido descanso: son bastante bonitos y sobre todo, muy relajantes.
No olvidar la zona de la Catedral, pasando por la Alcaicería, lo más parecido a un zoco árabe y la calle de las teterías (la verdad es que nunca me he preguntado cómo se llama esta calle), donde hay que hacer varias paradas a lo largo de vuestra estancia en la ciudad. La cultura del té está bastante arraigada entre los granaínos, y donde fueres, haz lo que vieres.

El sábado cenamos en un restaurante situado en un Carmen (casa típica) del Albaicín, con vistas espectaculares de La Alhambra. Hay varios de este tipo en todo el barrio. Precioso.

Y por supuesto, todo estoy aderezado por paradas en muchos de los muchísimos lugares de tapas. Recomendable, cerca de la paza de la Trinidad, el "De Cuadros", donde puedes elegir tapa y puedes pedir tapa sin bebida... para los que no somos de tomar nada :).
Esta vez he descubierto el barrio del Realejo (en la foto), donde está la calle Navas, llena de lugares de tapas más destinados a granaínos que a turistas. "Los diamantes II", "El Danubio", "El Pajuana" son algunos de los recomendados.

Quien esté en Granada y no coma de tapas es como si no hubiera estado.

Por supuesto,volveré a mi tierra soñada...

sábado, 21 de noviembre de 2009

ESTRENO DEL BLOG

Comienza este periplo mío por el mundo blogero, no prometo nada, pero pretendo que esto sea un espacio en el que se recojan todos aquellos lugares que visito y que considero interesante recoger, tanto para mí como recuerdo, como para otras personas que puedan aprovecharse de los sitios que aquí vean y que quieran visitar.
Esta primera entrada (me han dicho que se llama post, pero prefiero el español mientras tenga palabra para decirlo) va dedicada a mi prima Lorena, pues ha sido ella la que me ha regalado el blog, adelantando la fecha de reyes, para la que me lo prometió.
El sitio que se ve en la foto es el Hayedo de Montejo un lugar muy especial y protegido por su singularidad: es el único de Madrid, y, junto con el hayedo del sur de Tarragona, son los más al sur de España. Se mantiene porque las condiciones de la zona mantienen la humedad necesaria para ello, además de porque está protegido, con entrada restringida, guiada, y únicamente por los caminos permitidos, lo que evita que los visitantes puedan pisar sin darse cuenta las especies pequeñas. Es un sitio muy recomendable, sobre todo en otoño, pero desde luego, en cualquier estación del año, cada una con su especial encanto.
Queda estrenado oficialmente "El mundo de Sesilesia".