domingo, 31 de enero de 2010

MADEIRA I

Alucinante es la palabra para describir a esta isla de 57 por 22 km en mitad del Atlántico. Situada a unos 400 kilómetros al norte de las Islas Canarias comparte muchas características con estas, especialmente con la isla de La Palma. Su punto más alto es de 1.860 metros.
Si dijera mucho verde y mucha agua, ya diría mucho de esta isla. Mucha vegetación, muy frondosa, por todas partes. Caídas de agua por todos lados, y mucha variedad de paisajes en un espacio muy pequeño. Algo muy característico de esta isla y, en general de las islas de la Macaronesia, es el bosque de laurisilva, autóctono de estas islas.
Hemos viajado en enero, lo que tiene sus cosas buenas y malas. Entre las buenas están que se huye de la ola de frío que recorre Europa en este mes, y que hay poco turismo, lo que siempre es de agradecer. Entre las cosas malas, que precisamente por el poco turismo, aprovechan para arreglar muchos caminos y hay algunas rutas cerradas por obras, otras, las de más altura, por niebla y otras, al ser un terreno muy escarpado y haber bastantes lluvias, cerradas por derrumbes.
Madeira es una isla para recorrer a pie. Si buscas playa y descanso, este no es tu lugar. Hay accesos al mar en varios puntos de la isla, hay una playa artificial pequeñita y unas piscinas naturales muy chulas al norte, pero no es una isla a la que se vaya exclusivamente a bañarse, aunque siempre está bien terminar un día de rutas dándose un buen baño en el mar. Nosotros no hemos podido, no por que hiciera mal tiempo, sino porque el mar estaba muy agitado y ni siquiera apetecía.
La mayoría de las rutas de Madeira discurren por las llamadas levadas. Se trata de canales de agua que empezaron a hacer los primeros colonizadores (bueno, los esclavos que llevaron desde Marruecos, Mauritania y Canarias), para llevar el agua desde los nacientes a toda la isla para la agricultura. Actualmente hay unos 2000 kilómetros de levadas y las rutas van por el mismo borde de las levadas o por los caminos que hay a su lado, que sirven para su mantenimiento. Esto hace que las rutas, por muy largas que sean, no suelan ser muy duras, ya que el desnivel es casi mínimo. La dificultad viene cuando la ruta enlaza dos levadas que están a diferente nivel y hay que salvarlo tanto para subir como para bajar. Para recorrer muchas de ellas es necesario no tener vértigo, pues van sobre acantilados sin ningún tipo de protección. Los caminos pueden tener más desnivel, pues como he dicho antes, hay en la isla picos bastante altos y rutas que los recorren. Para hacer muchas de las levadas, al no poder hacerlo rodeando la roca, hicieron túneles para cavar el canal.
Las rutas, en estos casos, van por estos túneles, así que en muchas de ellas debemos llevar linternas para poder atravesarlos.Muchas agencias se dedican a hacer excursiones a las rutas más conocidas, pero realmente, si se está acostumbrado a andar, no es necesario, pues no tienen pérdida al estar los caminos están muy muy claros. En cuanto al coche, es muy recomendable alquilar uno. Normalmente te alquilarán un cochecillo de poca potencia, lo que significa que se te queda en las cuestas, y hay muchas y muy empinadas, incluyendo la autovía, en la que se te queda el coche. Si se van unas 4 personas, recomendable coger un coche potente para que tenga algo de fuerza, si no, irás a 40 por la autovía.
Todo el mundo recomienda alojarse en Funchal, y es lo que nosotros hicimos. Está bien porque está bien comunicado por la autovía y para cenar por la noche se puede salir y cenar en uno de los varios restaurantes que hay por allí, pero si yo volviera, buscaría algún tipo de apartamento fuera de Funchal y en alguna de las poblaciones bien comunicadas por la autovía (vía expreso), que al final es lo que te comunica con toda la isla. Como digo, nosotros nos alojamos en Funchal, en un hotelito que no estaba mal, aunque el dueño, del que en principio nos fiamos y creímos que iba a ser un buen apoyo en nuestra exploración de la isla, se convirtió en lo peor del viaje, haciéndonos perder casi un día con sus recomendaciones. Lo bueno es que de esto nos dimos cuenta el primer día, así que a partir del segundo fuimos a nuestro aire y empezamos a aprovechar el viaje. Funchal es pequeñito y no tiene mucho que ver. Las calles más céntricas son bonitas, pero ya digo que son pocas. En todos sitios recomiendan visitar el mercado de los labradores, pero a nosotros nos decepcionó bastante, no sé si porque esperábamos algo más o porque justo ese día no había mucho género. Las rutas que fuimos haciendo las iré poniendo poco a poco, que ya se me está quedando muy largo esto.

5 comentarios:

  1. Hole cecilia.

    Precioso reportaje.

    Un saludo

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  2. Pues yo estuve a puntito de cogerla para la luna de miel, y al final terminé en las Américas. Oye, ¿y el aterrizaje?, porque tiene muy mala fama y dicen que son bastante peligrosos. Muy chuli!

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  3. Muchas gracias, anónimo...
    Lorena, lo del aterrizaje ni te enteras, además parece que solo vuelan pilotos con bastantes horas de vuelo, lo que da bastante tranquilidad. Pero la estructura del aeropuerto mola mucho, porque la pista está hecha sobre la autovía. Pedazo de obra!
    Besos

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  4. me ha gustado mucho!!

    Solo añadir un par de cosillas, tienes que recomendar nuestra guia de rutas, y se te ha olvidado decir que los Geólogos disfrutran mucho con todo el Vulcanismo de la zona :P

    Besos

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  5. Pues tienes razón. Compramos una guia de un alemán que se llama Rother. Perfeta, porque da muchas indicaciones y con ella no hay pérdida. Ni que decir tiene que en algunas zonaslos geólogos flipan. Lo contaré en las entradas con algunas de las rutas.
    Besos

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