miércoles, 17 de febrero de 2010

VIAJE EN METRO

Los que vivimos en Madrid y otras grandes ciudades y utilizamos el metro con medio de transporte habitual, estamos acostumbrados a ver a personas que recorren los vagones paara ganarse un dinero: gente queriendo transmitir lástima, músicos, “músicos”, etc. Casi podría decir que estamos inmunizados contra ellos: algunos nos molestan por el volumen de la música, otros nos hacen sentir incómodos por su “tara” y a otros, directamente, ni los percibimos ya mientras bajamos la vista y seguimos leyendo. Hoy he compartido vagón con una de estas personas que los recorre. Por alguna razón que desconozco, ha sido capaz de llegar al corazón de la práctica totalidad de los viajeros. Apenas ha entrado, ya había personas que le estaban sonriendo. En realidad no ha hecho nada especial o diferente a los demás, ni siquiera cantaba bien, quizás haya sido la forma en que lo ha hecho y, en cualquier caso, estoy convencida de que ha sido la energía que nos ha transmitido a todos. Una presentación normal y una canción ya muy escuchada ha sido suficiente para que la mayoría de las personas le hayan dado algo de dinero, para que todas le hayamos dedicado una sonrisa, algunas le hayan dado las gracias y a alguna que a otra se le haya escapado una lagrimilla. Hay personas que transmiten esa cosa positiva que no sabemos qué es y que nos hacen que una vuelta a casa desde el trabajo tras un día durillo, se convierta en un momento especial.
Esto es solo un viaje en metro, que no deja de enmarcarse en la temática del blog, pero quería compartirlo.

5 comentarios:

  1. Entiendo perfectamente lo que cuentas aquí :-) mola el post

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  2. Algunas personas desprenden "charming" por los poros...

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  3. A veces un viaje en metro esta lleno de aventuras.

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  4. Porque hay personas que tienen don y sienten tanto lo que hacen o dicen que sencillamente lo transmiten.

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  5. Pues sí, algo tenía este hombre, que se nos llevó a todos de calle. Ya podía aprender algo la que veo todos los días eel pasillo de Diego de León, que la pobre con las hors que echa no creo que saque ni la mitad que este en ese ratillo.

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